¿Tienes una vivienda vacía y estás pensando en venderla, pero no quieres malvenderla? ¿Quieres obtener rentabilidad ahora sin renunciar a vender en el futuro? Entonces el alquiler con opción a compra puede ser la fórmula perfecta para ti. Esta modalidad cada vez gana más protagonismo en el mercado inmobiliario, y no es para menos: ofrece ventajas tanto para propietarios como para inquilinos.
En este artículo te contamos cómo funciona, por qué puede interesarte si tienes una vivienda y cómo puedes gestionarlo fácilmente con un software de gestión de alquileres como homming.
¿Qué es el alquiler con opción a compra?
El alquiler con opción a compra es un contrato mixto que combina un alquiler tradicional con una futura promesa de compraventa. En él, el inquilino vive en la casa pagando una renta mensual, con la posibilidad de comprarla en un plazo determinado, normalmente entre 2 y 5 años. Lo interesante es que parte o la totalidad del alquiler pagado se descuenta del precio de venta final si decide comprarla.
¿Qué incluye este tipo de contrato?
- Una fase de arrendamiento: durante la cual el inquilino paga una mensualidad como cualquier otro alquiler.
- Una opción de compra: se establece un precio de venta fijado desde el inicio, así como un plazo límite para ejercer dicha opción.
- Una prima inicial o señal: muchas veces se acuerda un pago inicial por parte del inquilino como compromiso de compra (que se pierde si no se ejerce la opción).
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Ventajas del alquiler con opción a compra para propietarios
Aunque muchos piensan que este tipo de contrato solo beneficia al inquilino, los propietarios también salen ganando. Aquí van las principales razones por las que deberías planteártelo si tienes un inmueble disponible:
Rentabilidad desde el primer día
Mientras que esperas a vender, tu vivienda no está vacía ni generando gastos: recibes una renta mensual como en cualquier otro alquiler. Es decir, ganas dinero desde el minuto uno.
Seguridad frente a impagos
Los inquilinos que firman un contrato con opción a compra suelen tener un interés real en la vivienda, por lo que hay menos riesgo de impago o abandono. Además, como han dado una señal o prima, tienen un compromiso económico adicional.
Revalorización controlada del inmueble
Puedes fijar el precio de venta desde el principio o incluso dejar una cláusula de revalorización. Esto te permite controlar el precio de venta futura y protegerte frente a bajadas de mercado.
Facilita la venta a medio plazo
En vez de dejar el piso vacío o malvenderlo, das tiempo a posibles compradores para que consigan financiación. Muchos interesados no pueden comprar de inmediato por falta de ahorros o por no tener acceso a hipoteca aún, pero sí podrían hacerlo en 2 o 3 años. Este sistema abre la puerta a más compradores.
Ahorro en impuestos y gestión
Mientras se alquila, tú como propietario puedes seguir desgravando gastos relacionados con la vivienda como en cualquier alquiler. Y si finalmente se vende, se paga el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales o plusvalía municipal sólo cuando se ejecuta la compraventa, no antes.
¿Y qué gana el inquilino?
También es interesante entender qué mueve a los inquilinos a optar por este modelo, ya que eso te ayuda a detectar el perfil ideal de arrendatario:
- Pueden vivir en la vivienda antes de comprarla, lo que les da seguridad y tiempo para decidir.
- Tienen más margen para ahorrar mientras pagan una renta que luego se descuenta del precio.
- Es una solución para quienes no consiguen hipoteca a corto plazo pero sí la tendrán en un futuro cercano.
- Ganan tiempo para mejorar su solvencia y consolidar su situación económica.
¿Cuándo es buena idea ofrecer un alquiler con opción a compra?
Este modelo puede ser ideal si:
- Tienes una vivienda sin prisa por vender pero que no quieres dejar vacía.
- Estás abierto a vender, pero no encuentras comprador.
- Te interesa obtener ingresos mientras esperas que el mercado se recupere.
- Quieres atraer a personas comprometidas y con interés real por el inmueble.
Además, si utilizas una plataforma de gestión de alquileres como homming, puedes tener todo bajo control: contratos, pagos, vencimientos, avisos automáticos, incidencias y hasta recordatorios del plazo de compra. Una forma sencilla y profesional de ofrecer un alquiler con opción a compra sin complicaciones.
¿Cómo se redacta un contrato de alquiler con opción a compra?
Aunque no existe un modelo único, es importante que el contrato esté muy bien detallado y diferencie claramente las dos fases: la de arrendamiento y la de opción de compra. Estos son los aspectos clave:
- Duración del contrato de alquiler y del derecho de compra.
- Precio de venta acordado y su posible revalorización.
- Cantidad que se descuenta del precio (puede ser el 100% del alquiler o un porcentaje).
- Prima inicial o señal si la hay.
- Condiciones de rescisión o impago.
- Gastos a cargo del inquilino (comunidad, suministros, reparaciones…).
Contar con asesoramiento legal es muy recomendable. Y por supuesto, si gestionas varios inmuebles o este tipo de contratos, hacerlo desde una plataforma como homming facilita muchísimo el control y seguimiento.
Preguntas frecuentes sobre el alquiler con opción a compra
¿Es obligatorio incluir una señal o prima inicial?
No es obligatorio, pero es recomendable. Sirve como garantía de compromiso y puede actuar como penalización en caso de que el inquilino no quiera comprar finalmente.
¿Qué pasa si el inquilino no compra al final?
Si no ejerce la opción de compra, el contrato de alquiler finaliza según lo pactado y tú como propietario puedes volver a alquilar o vender libremente. La prima y lo pagado de alquiler no se devuelven salvo que se pacte lo contrario.
¿Se puede fijar un precio de venta ajustable?
Sí. Puedes fijar un precio cerrado o establecer un índice de actualización (por ejemplo, el IPC). Lo importante es que quede por escrito.
¿El propietario puede vender el piso durante el contrato?
No, si hay una opción de compra en vigor, el propietario no puede venderlo a terceros hasta que finalice el plazo de opción, salvo que el inquilino renuncie por escrito.
¿Este tipo de contrato se registra en el Registro de la Propiedad?
No es obligatorio, pero es muy recomendable para que la opción de compra tenga efectos frente a terceros. Así el inquilino se protege si el propietario quiere vender a otra persona.
Conclusión: una fórmula cada vez más interesante
El alquiler con opción a compra es una alternativa flexible, rentable y segura tanto para ti como propietario como para quien busca acceder a una vivienda. Te permite obtener ingresos desde el primer día mientras avanzas hacia una venta futura, sin renunciar a nada y con riesgos muy controlados.
Si además lo gestionas con una herramienta como homming, todo es aún más fácil: centralizas contratos, cobros, recordatorios y comunicaciones desde un solo lugar, sin líos ni papeleos. Porque tener una vivienda es una inversión, y gestionarla bien es la clave para sacarle el máximo partido.
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