Si eres propietario y tienes uno o varios pisos en alquiler, es probable que cada año te preguntes lo mismo: ¿puedo subir el alquiler? ¿En cuánto? ¿Uso el IPC o el IGC (antes IRAV)?. En este artículo actualizado a 2025 te explicamos de forma clara cómo aplicar la subida anual del alquiler, qué índice utilizar según el contrato y por qué es importante tenerlo todo bien gestionado para evitar errores y conflictos con los inquilinos.
El encargado de calcular el IPC es el Instituto Nacional de Estadística (INE), lo hace de forma mensual y su objetivo es poder medir la evolución de los precios de bienes y servicios de consumo que se adquieren en los hogares españoles. Para entenderlo mejor, el IPC se encarga de medir los precios de productos de consumo como los comestibles, la gasolina o la vivienda dentro de la economía de las familias.
Una vez realizan el cálculo se dice que el IPC es negativo si los precios han bajado y que es positivo si los precios han subido. No hay que confundir este dato con la inflación, que también habla de la subida de los precios, pero que está definida como la variación en porcentaje del IPC entre dos periodos concretos.
¿Qué es el IPC y cómo afecta al alquiler?
El Índice de Precios al Consumo (IPC) mide la evolución del coste de la vida, es decir, cuánto suben (o bajan) los precios de bienes y servicios en España. Tradicionalmente, este índice se ha usado como referencia para actualizar los precios del alquiler cada año, con el objetivo de que los propietarios no pierdan poder adquisitivo por la inflación.
Sin embargo, desde marzo de 2022, y especialmente en los años posteriores, se han producido varios cambios legales que limitan la subida del alquiler, especialmente en el contexto de inflación elevada. Esto ha generado confusión sobre qué índice aplicar: el IPC o el nuevo IGC (Índice de Garantía de Competitividad).
¿Qué dice la nueva ley de actualización de alquileres?
Según establece la Ley de Arrendamientos Urbanos, durante la duración del contrato sólo se puede actualizar la renta anualmente y tomando como referencia la variación del IPC. Es importante saber que esta actualización no se hace de enero a enero, sino que se hace desde el primer mes en el que se firmó el contrato. Es decir, que si un contrato se firmó en el mes de julio no podrán actualizarse las rentas al IPC hasta el año siguiente.
¿Qué índice debes aplicar en 2025? ¿IPC o IGC?
En 2025, si tienes que actualizar la renta de tu contrato de alquiler, debes tener en cuenta lo siguiente:
1. ¿Qué dice tu contrato?
Todo empieza por ahí. El contrato debe especificar qué índice se usará para actualizar la renta. Si no indica nada, o si menciona “según el índice general de precios”, lo habitual es que se aplique el IPC. Pero si indica otro índice o hay ambigüedad, conviene revisar bien la redacción o incluso consultar con un abogado o gestor especializado.
2. Límites legales vigentes en 2025
En los últimos años, debido al contexto económico y para proteger a los inquilinos frente a subidas excesivas, el Gobierno ha aplicado límites temporales a la actualización anual del alquiler. Desde la entrada en vigor de la Ley de Vivienda, se estableció un nuevo índice de referencia: el IGC (antes IRAV), que sustituirá al IPC como límite máximo de revalorización en muchos contratos.
Importante: En 2025, si tu contrato de alquiler está dentro del ámbito de la Ley de Vivienda, y no has pactado expresamente un índice diferente, debes aplicar como máximo el IGC en lugar del IPC.
¿Qué es el IGC (Índice de Garantía de Competitividad)?
El IGC es un índice creado para evitar subidas abusivas en el alquiler durante contextos inflacionistas, como los vividos en 2022 y 2023. Tiene un límite máximo del 3%, lo que significa que, aunque el IPC suba más, el alquiler no podrá incrementarse más allá del IGC si este es el índice que aplica según la ley o tu contrato.
Año | IPC aproximado | IGC (tope legal) |
2023 | 5,8% | 3% |
2024 | 3,2% | 3% |
2025 | por definir | 3% (máximo) |
Por tanto, si tu contrato entra dentro del marco legal actual, en 2025 solo podrás subir el alquiler hasta un máximo del 3%, salvo que hayas pactado otra cosa expresamente.
¿Cómo se calcula la subida del alquiler en 2025?
Paso a paso:
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Revisa el contrato: Mira qué índice aparece en la cláusula de actualización.
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Comprueba la fecha de revisión: Generalmente, se puede actualizar el precio una vez al año, en la fecha en la que se firmó el contrato o en la que se pactó la revisión.
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Consulta el índice aplicable: Accede al último IPC o IGC publicado en el INE o Banco de España (según el índice que te aplique).
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Calcula la subida: Aplica el porcentaje al precio actual del alquiler.
Ejemplo práctico:
Supongamos que alquilas un piso por 800 € al mes. Si tu contrato permite la actualización según el IPC y este ha sido del 3,5% en los últimos 12 meses:
800 € x 3,5% = 28 € de subida mensual
Nuevo alquiler: 828 €/mes
Si en cambio te rige el IGC con un límite del 3%:
800 € x 3% = 24 € de subida mensual
Nuevo alquiler: 824 €/mes
¿Qué pasa si no aplicas la subida?
Muchos propietarios no aplican la subida anual, bien por desconocimiento, por evitar conflictos o por falta de tiempo. Sin embargo, esto supone perder rentabilidad año tras año.
Además, en contratos largos, los efectos de no actualizar la renta se notan mucho más. Por eso es importante tener una gestión profesionalizada y, a ser posible, automatizada.
Aunque la gran mayoría de los contratos de alquiler incluyen una cláusula en la que indica la aplicación del IPC para revisar la renta, no es obligatorio hacerlo. Aun así, es la forma más sencilla de que haya un equilibrio en los precios del alquiler.
Si se da el caso en el que esa cláusula no está incluida en el contrato, no se podrá utilizar el IPC para actualizar la renta del alquiler. Es muy extraño que no aparezca, por eso siempre es importante repasar muy bien todos los puntos del contrato, tanto como propietario como inquilino. Si no se incluye la aplicación del IPC para actualizar el precio del alquiler, el dueño no podrá aumentar la renta si el dato es positivo ni bajarlo si la referencia es negativa.
¿Cómo te ayuda Homming a actualizar el alquiler de forma eficiente?
Gestionar varios contratos, estar al tanto de cambios legales, calcular los porcentajes de actualización… todo esto puede volverse un caos si lo haces manualmente o con una simple hoja de cálculo.
Con una herramienta como Homming puedes:
- Automatizar la actualización del alquiler con los índices oficiales.
- Recibir alertas cuando toca aplicar la revisión anual.
- Evitar errores en los cálculos o aplicar límites legales incorrectos.
- Generar notificaciones para el inquilino de forma clara y transparente.
- Tener todo el histórico y documentación del contrato digitalizado.
Al trabajar con homming, tanto los propietarios, como los gestores y los inquilinos tienen la tranquilidad de que todo está controlado. Ponte en contacto con nosotros y empieza a probarlo de forma gratuita.
Preguntas frecuentes sobre el IPC, IGC y actualización del alquiler
¿Es obligatorio actualizar el alquiler todos los años?
No es obligatorio, pero si tu contrato lo permite, es tu derecho como propietario. Puedes decidir no hacerlo por acuerdo con el inquilino, pero perderás poder adquisitivo si la inflación es alta.
¿Puedo aplicar el IPC si el contrato no dice nada?
Depende. Si el contrato no menciona ningún índice, se puede considerar que no procede actualización. Pero si menciona genéricamente la subida “según la inflación” o “según el índice general”, se suele aplicar el IPC como referencia. A partir de 2025, el IGC puede ser obligatorio como tope máximo si el contrato está dentro del ámbito de la Ley de Vivienda.
¿Qué pasa si aplico un porcentaje superior al legal?
Si aplicas una subida superior al IGC (cuando este te aplica), el inquilino puede impugnarla y negarse a pagarla. Es importante ceñirse a lo que marca la ley o el contrato para evitar problemas.
¿Dónde consultar el IPC y el IGC actualizados?
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IPC: https://ine.es
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IGC: https://www.bde.es
Conclusión: Actualizar bien el alquiler protege tu rentabilidad
En 2025, más que nunca, es clave para los propietarios conocer qué índice aplicar y cómo hacerlo correctamente. La inflación y los cambios legislativos pueden afectar directamente a la rentabilidad de tu inversión si no estás bien informado.
Por eso, contar con herramientas como Homming, que automatizan la gestión del alquiler, las actualizaciones y el cumplimiento legal, te permite evitar errores y ganar tranquilidad.