Cuando se acerca el comienzo del curso escolar son muchos los estudiantes, tanto españoles como extranjeros, los que empiezan a buscar pisos en alquiler o habitaciones compartidas para vivir durante todo el curso. Es una buena oportunidad para aquellos propietarios que cuentan con inmuebles vacíos que pueden rentabilizar a través de un contrato de alquiler para estudiantes.
En este artículo queremos hablar sobre este tipo de contratos y qué es lo que hay que conocer para evitar problemas y posibles conflictos.
¿Qué tener en cuenta con el contrato de alquiler para estudiantes?
Estos contratos no se encuentran dentro del carácter de alquiler de vivienda permanente, por lo que están cubiertos por otras garantías y tienen diferentes beneficios fiscales. Al mismo tiempo, es importante comentar que como tiene una finalidad específica de ser un alquiler para estudiantes, no se le da el carácter de alquiler vacacional.
En el 99% de los casos, el alquiler a estudiantes será un arrendamiento de temporada, ya que los inquilinos no tienen la intención de permanecer en la vivienda más allá de los 9 o 10 meses que dura el año académico. Además, suelen tener su vivienda habitual en otra ciudad, que normalmente es en casa de sus padres.
Aunque esto sea lo usual, no impide que se le pueda alquilar un piso a estudiantes con un alquiler de vivienda habitual, ya que hay casos en donde los universitarios visualizan los 4 o 5 años que va a durar la carrera y su intención es quedarse en la misma vivienda durante mucho tiempo.
Aspectos importantes del contrato de alquiler a estudiantes
A continuación, comentaremos los puntos clave que forman parte del contrato de alquiler para estudiantes, aspectos que se deben conocer y tener en cuenta a la hora de realizar el proceso.
Cláusula de temporalidad
Caracteriza la finalidad del alquiler, se puede establecer en las cláusulas del contrato. Lo habitual es que el alquiler como estudiante dure casi un año, por eso el contrato se establece durante ese tiempo.
Por si se abandona antes la vivienda y para evitar problemas, es recomendable incluir una cláusula donde se indique el tiempo para notificar que se deja la vivienda y que el propietario pueda buscar a otra persona.
Por otro lado, si lo que se quiere es ampliar la estancia en la vivienda, hay que redactar y firmar otro contrato, ya que la temporalidad permite que el propietario pueda buscar a otra persona cuando el contrato finalice. Lo que quiere decir es que, si el dueño encuentra a otra persona antes de la solicitud de ampliación de la estancia, puede negársela al inquilino.
Pago del alquiler
Este suele ser uno de los mayores miedos de los propietarios al alquilar a estudiantes debido a sus ingresos inestables. Es por ello, que se suelen incluir en el contrato cláusulas que aseguren los pagos mensuales del alquiler. Se puede dar el caso de contratos que piden a los padres como aval. También se establecerá la forma de pago del alquiler y cuándo hacerlo, normalmente será entre los días 5 y 10 de cada mes.
La fianza del alquiler
Está marcada dentro de la Ley de Arrendamientos Urbanos y es una garantía que el propietario puede pedir en el momento de realizar el alquiler. Esta fianza cubre al arrendador ante los daños ocasionados en la vivienda y también ante un incumplimiento de pago.
La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) establece que la fianza tiene que ser equivalente a dos meses de alquiler y se puede avalar con bienes inmuebles que pertenezcan al aval, como por ejemplo los de los padres.
También, es importante saber cuándo el propietario podrá retener la fianza en caso de daños en la vivienda y las pruebas que hay que aportar. Por ley, no se pueden deducir de la fianza los daños causados por el uso y desgaste natural de lo que haya en la vivienda. Además, también se establece que el dueño debe hacerse cargo de los gastos ocasionados que afecten a la habitabilidad de la vivienda. En caso de que se dé alguno, lo mejor es documentarlo y avisar inmediatamente al propietario para que lo solucione.
Solución de posibles conflictos
Otro de los temores de los propietarios suele ser que los inquilinos molesten a los vecinos con ruidos y fiestas e incluso con daños a la propiedad y al edificio, por lo que se suelen entregar una serie de normas y reglas de convivencia en la comunidad. Si hay algún conflicto, lo recomendable es comentarlo con el propietario e intentar solucionarlo de una manera amistosa.
La firma del contrato de alquiler
El alquiler de vivienda a estudiantes, cuenta con el acuerdo de ambas partes, es por ello que la firma del contrato es una manera de comprobar que todo queda entendido, pero esta firma otorga distintas características y obligaciones a las partes que forman parte del contrato.
Por ejemplo, podemos encontrarnos con la firma de un inquilino que alquila una habitación con derecho a áreas comunes, un inquilino que alquila el piso completo o un grupo de inquilinos que alquilan toda la vivienda. De estos últimos, el conjunto se convierte en coarrendatarios, por lo tanto, las obligaciones, garantías y compensaciones se reparten a partes iguales entre todos. Por ejemplo, en el caso de que un inquilino pague su parte del alquiler pero otro no lo haga, el primero comparte la deuda del segundo.
Como podemos ver, hay varias cosas que tener en cuenta a la hora de realizar un contrato de alquiler para estudiantes, por lo que viene bien conocerlas para evitar problemas. Es importante redactar un buen contrato donde quede todo bien indicado, al igual que tener controlada toda la documentación referente al alquiler de tu vivienda. Para conseguirlo, un software de gestión de alquiler puede ayudarte.
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