La gestión de alquileres ha evolucionado significativamente en los últimos años, y con la implementación de la nueva Ley de Vivienda en España, tanto propietarios como inquilinos deben estar bien informados sobre sus derechos y obligaciones. Uno de los términos que ha ganado relevancia en este contexto es el de «gran tenedor».
En este artículo resolveremos algunas de las principales dudas sobre qué significa ser un gran tenedor de viviendas, qué tipos de propiedades se consideran en esta categoría, y cuáles son las implicaciones de la nueva Ley de Vivienda para estos propietarios.
¿Quién es considerado un gran tenedor según la nueva Ley de Vivienda
Un gran tenedor de vivienda es una persona física o jurídica que posee un número significativo de propiedades destinadas al alquiler. En la legislación española, este término se ha formalizado para identificar a aquellos propietarios que, debido a la cantidad de inmuebles que poseen, tienen un impacto considerable en el mercado inmobiliario.
Según la Ley de Vivienda, un gran tenedor es aquel que tiene en su posesión diez o más inmuebles urbanos, excluyendo garajes y trasteros, o una superficie construida de más de 1.500 metros cuadrados.
Ser un gran tenedor significa tener más responsabilidades. La nueva Ley de Vivienda impone ciertas obligaciones a los propietarios de múltiples viviendas, como limitar los precios del alquiler en zonas tensionadas y garantizar el buen estado de sus propiedades.
¿Qué tipos de viviendas se incluyen para considerarse grandes tenedores?
La Ley de Vivienda establece con claridad qué tipos de propiedades son consideradas para determinar si un propietario es un gran tenedor. Para entrar en esta categoría, se toman en cuenta:
- Inmuebles urbanos: Estos incluyen viviendas ubicadas en áreas urbanizadas que están destinadas al alquiler residencial.
- Edificios completos: Cuando un propietario tiene un edificio entero, este también es contabilizado en la suma total de inmuebles que determina la clasificación como gran tenedor.
- Superficie construida: Si un propietario posee una superficie construida superior a 1.500 metros cuadrados, también será considerado un gran tenedor, independientemente de si la cantidad de inmuebles es inferior a diez.
Es importante destacar que, según la ley, los garajes y trasteros no se incluyen en este cómputo, ya que no se consideran viviendas.
¿La vivienda habitual se tiene en cuenta para considerarse grandes tenedores?
Un aspecto relevante que ha generado dudas entre los propietarios es si la vivienda habitual se incluye en el cálculo para determinar si una persona es un gran tenedor. La respuesta es no. La Ley de Vivienda excluye explícitamente la vivienda habitual del propietario de este cómputo. Esto significa que, aunque una persona sea dueña de varias propiedades, su propia residencia no se considerará al evaluar si entra en la categoría de gran tenedor.
Por lo tanto, es esencial diferenciar entre la vivienda que el propietario utiliza como su residencia principal y aquellas propiedades que tiene destinadas al alquiler. Solo estas últimas son las que se tienen en cuenta para la clasificación como gran tenedor.
Implicaciones de ser un gran tenedor
Con la nueva Ley de Vivienda, ser clasificado como gran tenedor conlleva una serie de obligaciones adicionales y medidas regulatorias que buscan equilibrar el mercado de alquiler y proteger a los inquilinos. Algunas de las implicaciones más relevantes incluyen:
- Control del precio del alquiler: En áreas declaradas como zonas de mercado tensionado, los grandes tenedores están sujetos a límites en los precios del alquiler. Estos límites están diseñados para evitar incrementos excesivos y desproporcionados que puedan afectar el acceso a la vivienda.
- Obligaciones en caso de desahucio: En casos de desahucio, los grandes tenedores pueden estar obligados a ofrecer una alternativa de alquiler social a inquilinos vulnerables. Esta medida busca proporcionar una red de seguridad para aquellos que se encuentran en situación de riesgo.
- Regulación de contratos: Los contratos de alquiler gestionados por grandes tenedores en áreas tensionadas podrían estar sujetos a duraciones mínimas y condiciones específicas que buscan proteger a los inquilinos de prácticas abusivas.
- Responsabilidad en el mantenimiento: Los grandes tenedores tienen la responsabilidad de garantizar que las viviendas alquiladas se mantengan en condiciones óptimas, cumpliendo con todos los estándares de habitabilidad y seguridad.
Estas medidas, aunque diseñadas para proteger a los inquilinos, representan un desafío para los grandes tenedores, quienes deben adaptarse a un marco regulatorio más estricto.
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¿Qué diferencia hay entre un gran tenedor y un pequeño propietario?
Por otro lado, la Ley de Vivienda también distingue entre los grandes tenedores y los pequeños tenedores. Un pequeño tenedor es aquel que posee menos de diez inmuebles destinados al alquiler, sin considerar garajes y trasteros, o cuya superficie construida es inferior a 1.500 metros cuadrados.
A diferencia de los grandes tenedores, los pequeños tenedores no están sujetos a las mismas restricciones y obligaciones bajo la nueva Ley de Vivienda. Sin embargo, esto no los exime de cumplir con las normativas generales de arrendamiento, como el respeto a los plazos de contrato, la correcta devolución de las fianzas, y el mantenimiento adecuado de las propiedades alquiladas.
Los pequeños tenedores representan la mayor parte del mercado de alquiler en España, y aunque la ley está más enfocada en regular a los grandes tenedores, los pequeños propietarios también deben estar atentos a cualquier cambio o modificación en la normativa que pueda afectarles en el futuro.
Entender qué significa ser un gran tenedor en el contexto de la nueva Ley de Vivienda es crucial para los propietarios que gestionan múltiples inmuebles. Esta clasificación no solo conlleva responsabilidades adicionales, sino que también impone limitaciones y obligaciones destinadas a regular el mercado de alquiler y proteger a los inquilinos.
Con el uso de un software de gestión de alquileres, los grandes tenedores pueden optimizar la administración de sus propiedades, asegurándose de cumplir con la normativa vigente mientras mantienen un servicio de calidad para sus inquilinos. Por tanto, mantenerse informado y adaptarse a los cambios es esencial para el éxito en la gestión de alquileres bajo el nuevo marco legal.
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