¿Cómo se formaliza un contrato de arras en el alquiler?

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Imagina que has encontrado el piso de alquiler perfecto, ese que parece hecho a medida para ti. Todo cuadra: la ubicación, el precio y hasta el casero parece majo. Pero, justo cuando estás a punto de dar el paso, te entra el miedo: «¿Y si alguien se me adelanta?». O, si eres propietario, puede que te preocupe que un posible inquilino te haga perder el tiempo y al final no firme el contrato. Para evitar estas situaciones y asegurarse de que ambas partes cumplen con lo acordado, existe una solución: el contrato de arras.

En este artículo, te contamos qué es, cómo se usa en los alquileres y todo lo que necesitas saber para que no haya sorpresas desagradables en el proceso.

¿Qué es un contrato de arras y dónde se realiza?

El contrato de arras es un acuerdo privado entre propietario e inquilino que establece un compromiso previo a la firma del contrato de alquiler. Es una garantía de que la operación se llevará a cabo en las condiciones acordadas y suele implicar el pago de una cantidad de dinero como señal.

Aunque este tipo de contrato es más común en la compraventa de viviendas, también puede aplicarse en alquileres, especialmente en situaciones donde hay una alta demanda de pisos o cuando se necesita un tiempo extra para completar el proceso de arrendamiento. En esencia, funciona como una reserva formal del inmueble.

Existen tres tipos principales de contratos de arras:

  • Arras penitenciales: Permiten que cualquiera de las partes pueda desistir del contrato, con la condición de que si es el inquilino quien se echa atrás, pierde el dinero entregado; y si es el propietario, debe devolver el doble de la cantidad recibida.
  • Arras confirmatorias: Son una confirmación del contrato y obligan a ambas partes a cumplir con lo pactado. Si hay incumplimiento, pueden derivar en acciones legales.
  • Arras penales: Funcionan como una penalización en caso de incumplimiento, además de la posible reclamación de daños y perjuicios.

El contrato de arras puede formalizarse de manera privada entre las partes, sin necesidad de notario. Sin embargo, para mayor seguridad, es recomendable que sea revisado por un abogado o gestor especializado en alquileres. En algunos casos, también puede inscribirse en el Registro de la Propiedad para darle mayor validez legal.

¿Qué datos incluyen los contratos de arras?

Un contrato de arras bien redactado debe contener los siguientes datos esenciales:

  • Identificación de las partes: Nombre completo, apellidos, DNI o NIE tanto del propietario como del futuro inquilino.
  • Descripción del inmueble: Dirección exacta, metros cuadrados, estado de conservación y cualquier característica relevante.
  • Cantidad entregada en concepto de arras: El importe que el inquilino adelanta para la reserva, que suele oscilar entre uno y tres meses de renta.
  • Plazo para formalizar el contrato de alquiler: Fecha límite en la que ambas partes deben firmar el contrato definitivo.
  • Condiciones del contrato de arrendamiento: Duración, renta mensual, gastos incluidos y otros términos.
  • Consecuencias del incumplimiento: Explicación detallada de qué ocurre si una de las partes decide no seguir adelante.

¿Cómo se aplica un contrato de arras en un alquiler?

El contrato de arras en un alquiler se aplica como una medida de seguridad para ambas partes. Su función principal es garantizar que tanto el inquilino como el propietario están comprometidos con la firma del contrato de arrendamiento en un plazo determinado.

El proceso comienza con la negociación de los términos entre ambas partes. El propietario y el futuro inquilino acuerdan aspectos como el monto de la señal, la fecha límite para formalizar el alquiler y las condiciones del contrato definitivo. Una vez que hay un consenso, se redacta el contrato de arras, en el que se especifica el compromiso de ambas partes, así como las consecuencias en caso de incumplimiento.

Una vez firmado el contrato de arras, el inquilino entrega la cantidad acordada como garantía de que va a seguir adelante con el alquiler. En este punto, el propietario se compromete a no ofrecer la vivienda a otros interesados y a mantener las condiciones acordadas hasta la firma del contrato de arrendamiento.

El contrato de arras también establece un plazo máximo para la firma del contrato de alquiler. Durante este tiempo, el inquilino puede terminar de reunir la documentación necesaria, como la nómina o el aval, mientras que el propietario puede verificar la solvencia del inquilino y preparar el contrato definitivo. Cuando todo está listo, ambas partes firman el contrato de arrendamiento y el inquilino realiza el pago de la fianza y la primera mensualidad.

Si alguna de las partes incumple lo pactado en el contrato de arras, se aplican las penalizaciones estipuladas en el documento. En el caso de que el inquilino se eche atrás, pierde la cantidad entregada como arras. Si es el propietario quien incumple, debe devolver el doble de la cantidad recibida.

En definitiva, el contrato de arras en el alquiler es un mecanismo que aporta tranquilidad tanto a propietarios como a inquilinos, asegurando que el proceso de arrendamiento se lleve a cabo según lo acordado.

¿Qué ocurre si se incumple el contrato de arras?

Si alguna de las partes no cumple con lo pactado, el contrato de arras establece sanciones:

  • Si el inquilino se echa atrás, pierde la cantidad entregada en concepto de arras.
  • Si el propietario incumple, debe devolver el doble de la cantidad recibida como arras.
  • En arras confirmatorias o penales, pueden emprenderse acciones legales para exigir el cumplimiento o reclamar indemnizaciones.

Por eso, antes de firmar un contrato de arras, es importante estar completamente seguro de querer seguir adelante con el alquiler.

Preguntas frecuentes sobre el contrato de arras en los alquileres

  • ¿Es obligatorio hacer un contrato de arras para alquilar una vivienda? No, pero es una herramienta útil para garantizar que el alquiler se formalizará en las condiciones acordadas.
  • ¿Cuánto dinero se suele entregar en concepto de arras? No hay una cantidad fija, pero suele ser entre uno y tres meses de renta.
  • ¿El contrato de arras sustituye al contrato de alquiler? No, es un acuerdo previo para garantizar que ambas partes cumplen con lo pactado.

El contrato de arras en el alquiler es una herramienta útil tanto para inquilinos como para propietarios. No es obligatorio, pero puede evitar muchos problemas y malentendidos. Si estás buscando un piso de alquiler o quieres asegurarte de que tu inquilino no se eche atrás, plantéate utilizar un contrato de arras. Te ahorrará muchos quebraderos de cabeza y te dará tranquilidad en el proceso.

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