Un contrato de alquiler blindado es una nueva forma de contrato con garantía que ha aparecido en los últimos años, pero que todavía genera dudas a los propietarios y a los inquilinos. Por eso, en este artículo queremos intentar dar respuesta a todas las preguntas que puedan surgir alrededor de este modelo de contrato.
Este tipo de contratos de alquiler, al igual que el resto de contratos que existen y que son más conocidos, incluyen cláusulas generales que aparecen en cualquier documento ordinario donde se establece una relación entre arrendador y arrendatario. Pero, al mismo tiempo, los contratos blindados cuentan con una serie de cláusulas específicas que ayudan a ampliar la protección al propietario.
Principales características del contrato de alquiler blindado
Un contrato blindado no es una novedad, ya que es un concepto que se lleva utilizando mucho tiempo, pero más a nivel empresarial en el caso de los contratos de trabajo. Los directivos de grandes empresas o bancos los usan con frecuencia para protegerse en caso de despido.
Teniendo eso en cuenta, un contrato de alquiler blindado está pensado para proteger aún más al propietario de la vivienda. La diferencia principal del contrato de alquiler blindado con los contratos de alquiler ordinarios es que incluye cláusulas que hacen que el arrendador esté protegido en caso de que, por ejemplo, el inquilino deje de pagar o haya algún otro tipo de problema legal.
Gracias a este tipo de contratos de alquiler, se evita tener que acudir a la vía judicial en caso de conflicto. Con los contratos blindados se llevará a cabo un convenio arbitral, a través del cual el árbitro dictará la sentencia en un espacio de tiempo de entre 25 a 30 días, un tiempo razonable si se compara con los meses que puede durar el proceso a través de un tribunal.
Normalmente, el contrato de alquiler blindado lo redactan empresas profesionales que garantizan que todas sus cláusulas sean las adecuadas. Por eso muchos propietarios contratan a estas empresas para que lo elaboren y acudirán a ellas en caso de que haya algún problema con el inquilino.
Información que incluye el contrato de alquiler blindado
Si nos fijamos en los contratos de alquiler estándar, estos incluyen los siguientes apartados:
- Información personal del arrendador y el arrendatario. Esta información incluye el Documento Nacional de Identidad, el nombre, los apellidos, el estado civil y la fecha y lugar donde se realiza el contrato.
- También se agregan los datos del inmueble, como la dirección y la descripción de la vivienda, así como la fecha en la que entra en vigor el contrato.
- Condiciones que deben cumplir las dos partes:
- Duración del contrato.
- Precio del alquiler y periodicidad de los pagos (mensual, quincenal, etc.).
- Revisión del precio acorde a la evolución del IPC.
- La fianza que tendrá que pagar el inquilino y cuándo podrá el propietario hacer uso de ella.
- Si es necesario, incluir una garantía o un aval.
- Cómo se realizará el pago de los suministros.
- Otras condiciones más específicas. Estas no son siempre necesarias pero conviene tenerlas en cuenta por si el arrendador quiere incluirlas:
- En el caso de que el inquilino quiera dejar la vivienda de alquiler deberá avisar con 30 días de antelación.
- Si el propietario necesita la vivienda para otros fines, como puede ser venderla, tendrá que avisar con 2 meses de antelación al inquilino.
- Qué acciones llevará a cabo el propietario en caso de impago.
Estos son los puntos más comunes de un contrato de alquiler estándar, pero si el arrendador quiere hacer un contrato de alquiler blindado, hay que añadir una serie de cláusulas específicas. Gracias a ellas, el propietario se protegerá si el inquilino no cumple con las condiciones marcadas en el contrato. Esas cláusulas serían las siguientes:
- El desalojo de la vivienda debe llevarse a cabo en cuestión de días, sin necesidad de acudir a la vía judicial.
- Se llevará a cabo el embargo de las cuentas bancarias del inquilino en caso de impago.
- Se impide la salida del país.
Recomendaciones para blindar el alquiler de una vivienda
Como acabamos de ver, los contratos de alquiler blindado tienen el objetivo de proteger al propietario de la vivienda en caso de que haya problemas con el inquilino, por eso en el documento se deben incluir las cláusulas que hemos comentado.
Pero antes de dar el paso de crear este tipo de contratos, queremos dar unos consejos que ayudarán a blindar el alquiler de una vivienda.
Consejos previos a la firma del contrato
- Tener bien claro el tipo de contrato que se quiere realizar, sobre todo si es para una vivienda habitual o para una de temporada. Dependiendo de uno u otro, las obligaciones y las garantías son diferentes.
- Comprobar la solvencia del inquilino es una práctica habitual que ayuda a conocer el estado económico de la persona. Solicitar las últimas nóminas o las declaraciones de la renta proporciona información acerca de la solvencia del inquilino.
- Si el alquiler es para varios inquilinos, como puede ser una pareja o un grupo de estudiantes, lo mejor es formalizar un único contrato con todas las personas como arrendatarios. En caso de impago, el propietario podría dirigirse a cualquiera por igual.
- Solicitar una garantía adicional, que en el caso de un alquiler de vivienda habitual está limitada por ley a un máximo de dos mensualidades de la renta.
- Es recomendable que esta garantía adicional se realice a través de un depósito o transferencia bancaria. Si, por el contrario, se lleva a cabo a través de un aval bancario, no se debe aceptar una duración inferior a lo que va a durar el alquiler.
Consejos durante el alquiler
- Regularizar las garantías al igual que puede regularizarse el precio del alquiler. La ley establece que las garantías se pueden ampliar por la cantidad en la que se haya aumentado la renta a partir del tercer año de contrato.
- Lo mejor es no aceptar compensaciones, algo que puede solicitar el inquilino para compensar pagos pendientes a través de la fianza o la garantía. Si se aceptan estas compensaciones puede que el propietario se encuentre con desperfectos o deudas que no podrá cubrir con esa fianza y esa garantía y tendrá que reclamarlas de forma judicial.
- En el caso de las reparaciones, las que son pequeñas por el uso habitual de la vivienda corren por cuenta del inquilino. Se recomienda incluir en el contrato un importe razonable que delimite cuantitativamente la responsabilidad de esas reparaciones. De esta manera se evitan llamadas del inquilino pidiendo que repare cosas como una persiana o un enchufe.
- Aunque la ley no lo exige, el arrendador puede incluir una cláusula en el contrato en la que se indique que el arrendatario suscriba un “seguro inquilino” a través del cual se asegure el contenido de la vivienda.
Con toda la información que acabamos de contar, ya conocemos un poco mejor en qué consiste un contrato de alquiler blindado y cuáles son los mejores consejos para que el propietario blinde el alquiler y no tenga problemas con el inquilino.
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