La ocupación de viviendas ha ido en descenso, pero han aparecido otras formas de ocupación ilegal como es el caso de la inquiokupación. Este nuevo término hace referencia a cuando un propietario alquila una vivienda a unos inquilinos que, pasado un tiempo, dejan de pagar el alquiler.
En este artículo vamos a hablar sobre qué es la inquiokupación, en qué consiste y cómo puede protegerse el propietario ante esta nueva manera de ocupación ilegal de viviendas.
¿Qué es la inquiokupación?
Podemos definirlo como una forma híbrida entre ser un inquilino moroso y un okupa. La práctica es entrar en un piso con un contrato de alquiler, dejar de pagar las cuotas tras unos meses y quedarse a vivir en el inmueble.
Aunque en su nombre está incluida la palabra ocupación, podemos decir que este perfil responde más a un inquilino moroso porque hay un contrato de por medio y se incurren en impagos. A nivel legal no es una ocupación ni usurpación, y hay que recurrir al desahucio por impago para echar a los inquiokupas.
En este caso, los inquilinos no acceden a la vivienda sin el consentimiento del dueño, es más, se llega a firmar un contrato de alquiler. Por lo tanto, no hay penas de prisión y se tiene que recurrir al auxilio judicial para continuar con el proceso de desahucio por impago en el momento en el que el inquilino deje de pagar el alquiler.
Es importante destacar que, desde el primer mes que ya no se paga la renta, el dueño puede rescindir el contrato ya que se considera que está incumplido. Situación que es mejor abordar cuanto antes, ya que si el inquilino no se va, puede ocupar la vivienda y estar en ella sin pagar nada hasta que un juez ordene el desalojo.
¿Cómo protegerse de la ‘inquiokupación’?
Alquilar un piso siempre es un riesgo, pero se puede minimizar llevando a cabo una serie de actividades que ayudan a conocer mejor el perfil del posible inquilino. Por ejemplo, se puede consultar el fichero de inquilinos morosos y se puede estudiar el perfil del candidato a alquilar la vivienda. Así, el propietario puede conocer su historial y saber si ha tenido algún conflicto o si tiene deudas de alquileres anteriores.
Al mismo tiempo, hay una cláusula anti morosidad que se puede añadir al contrato de alquiler, en ella se le indica al inquilino que puede ser incluido en el registro de moroso en caso de que no pague el alquiler correspondiente. Es una buena manera de evitar a morosos e inquiokupas, porque muchos de ellos no querrán que su nombre figure en el fichero, ya que son recurrentes en sus actividades morosas.
El hecho de que algún inquilino no quiera firmar esta cláusula, da una pista de cómo es, ahorrarnos mucho dinero, estrés y destrozos en la vivienda.
¿Cómo detectar a los inquiokupas?
Hay señales que pueden alertar sobre cómo es la persona que está interesada en alquilar una vivienda y si es potencialmente morosa o un inquiokupa, las comentamos a continuación:
- No tener referencias de anteriores viviendas donde ha estado de alquiler.
- Querer pagar de más por adelantado.
- Poner trabas y obsesiones para presentar documentación o el hecho de que le falten algunos documentos.
- No tener propiedades a su nombre.
- No tener nómina.
- No querer pagar por transferencia.
No hay que confundir todo lo que acabamos de comentar con el hecho de que ocupen tu primera vivienda, ya que en esta situación nos encontramos ante un allanamiento de morada, no una okupación. Este delito está contemplado en el Código Penal y para ello existen penas de prisión. En el caso de que se produzca un allanamiento de morada, el desalojo de la persona que lo ha hecho se lleva a cabo de forma inmediata.
Ahora ya conocemos qué es la inquiokupación y cómo prevenirla. En el caso de que seas propietario de viviendas de alquiler, llevar a cabo una buena gestión de las mismas es fundamental para que no haya problemas.
Para ello, contar con un software de gestión del alquiler es una gran opción. Tanto si tienes una o varias viviendas alquiladas, con Homming tendrás todo controlado y automatizado. Prueba nuestro software de gestión de alquileres de forma gratuita.