Alquilar una vivienda como propietario conlleva una serie de responsabilidades fiscales que pueden ser complejas de gestionar sin la información adecuada. Desde el pago de impuestos hasta las deducciones y bonificaciones aplicables, es fundamental tener una visión clara para optimizar legalmente la carga fiscal. En este artículo, exploramos los impuestos relacionados con el alquiler de una propiedad, las posibles desgravaciones y las bonificaciones disponibles en España, particularmente en zonas tensionadas.
¿Cuáles son los impuestos de tu alquiler como propietario?
Como propietario que alquila una vivienda, te enfrentarás principalmente al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Este impuesto se aplica a los ingresos obtenidos del alquiler.
Debes declarar los ingresos anuales recibidos por el arrendamiento como parte de tu renta en la declaración del IRPF. Es importante recordar que se trata de un impuesto progresivo, por lo que cuanto mayor sea el ingreso, mayor será el porcentaje aplicable.
Además, si eres propietario de más de una vivienda y decides alquilar, deberás considerar el Impuesto sobre el Patrimonio, que se aplica si el valor total de tus bienes y derechos supera el mínimo exento establecido por la ley, que varía según la comunidad autónoma.
Otro impuesto relevante es el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), que aunque es una carga directa que debes pagar independientemente de si la vivienda está alquilada o no, es común que se repercuta al inquilino dentro de las cláusulas del contrato de arrendamiento. La cantidad de la deducción del IBI dependerá de la Comunidad Autónoma donde se encuentre la vivienda, pero lo más común es poder desgravar entre el 15% y el 25%.
¿Qué impuestos del alquiler puedo desgravar como propietario?
Como propietario, puedes desgravarte varios impuestos directamente relacionados con el alquiler de tu vivienda. En primer lugar, el IRPF permite deducir los gastos necesarios para la obtención de los ingresos del alquiler. Esto incluye los intereses de préstamos destinados a la compra o mejora del inmueble, los gastos de reparación y conservación, así como los costes de servicios y suministros cuando el inmueble está vacío entre alquileres.
Además, puedes deducir los gastos de administración, los honorarios de agencias inmobiliarias que te ayuden en la gestión del alquiler, y los costes legales asociados a la formalización o defensa del contrato de arrendamiento.
¿Qué gastos del alquiler puedo desgravar como propietario?
Aparte de los impuestos mencionados anteriormente, hay una variedad de gastos relacionados con el alquiler que pueden ser deducidos en el IRPF:
- Gastos de reparación y mantenimiento: Importante destacar que estas deducciones no incluyen las mejoras que incrementen el valor del inmueble, pero sí trabajos como pintura, arreglo de instalaciones, cambio de piezas en baños o cocinas, etc.
- Gastos de suministros y servicios: Si el contrato de alquiler estipula que el propietario es responsable de estos costes (generalmente cuando la vivienda está vacía), pueden ser deducibles.
- Gastos de administración y otros servicios profesionales: Esto incluye los costes de abogados, asesores, contadores y agentes inmobiliarios, siempre que estos servicios se contraten específicamente para la gestión del alquiler.
Bonificaciones actuales para el pago del IRPF
Es importante conocer las bonificaciones hay actualmente en España para el pago del IRPF si la vivienda alquilada se encuentra en una zona tensionada. El gobierno español ha implementado medidas para fomentar el alquiler de viviendas en áreas donde la demanda significativamente supera a la oferta, conocidas como zonas tensionadas.
Estas medidas incluyen bonificaciones en el IRPF para los propietarios que alquilen sus viviendas en estas zonas. La reducción aplicable puede ser significativa y está diseñada para incentivar el aumento de la oferta de viviendas en alquiler a precios razonables.
- Se ofrece una bonificación del 90% en el impuesto de alquiler para aquellos contratos nuevos que presenten una reducción de al menos un 5% en el precio en comparación con el contrato anterior.
- También existe una bonificación del 70% en situaciones donde la propiedad se alquile por primera vez a jóvenes de entre 18 y 35 años, o cuando la vivienda se categorice como asequible, protegida, o sea arrendada a la administración pública o a organizaciones sin ánimo de lucro.
- Por último, se aplicará una bonificación del 60% en el impuesto de alquiler para propiedades en las cuales se hayan realizado obras de rehabilitación o mejora en los últimos dos años.
La gestión fiscal del alquiler de una propiedad requiere una comprensión detallada de los impuestos aplicables, las deducciones y bonificaciones disponibles. Mantenerse informado sobre estas cuestiones no solo asegura el cumplimiento de las obligaciones fiscales sino que también maximiza la rentabilidad de tus inversiones inmobiliarias. Si estás en una zona tensionada, las bonificaciones actuales ofrecen una excelente oportunidad para reducir la carga fiscal mientras contribuyes al mercado de alquileres asequibles.
Con toda esta información que te acabamos de dar, ya conocemos mejor los impuestos por alquiler de vivienda para propietarios que hay que tener en cuenta. En homming ayudamos tanto a propietarios como a inquilinos a gestionar sus alquileres gracias a nuestro software de gestión de alquiler. Empieza a probar nuestro software de gestión de alquileres de forma gratuita.