Cuando una persona pone en alquiler una vivienda puede pensar que son todo ganancias para ella, pero hay una serie de gastos para el arrendador que hay que tener en cuenta. Conocer cuáles son esos gastos es fundamental para poder llevar un buen seguimiento y un control adecuado.
En homming contamos con un software de gestión de alquiler que ayuda a los propietarios o gestores a llevar una correcta administración de las viviendas que tengan alquiladas. Se trata de la herramienta perfecta para tener toda la documentación en un único lugar, acceder a la información en cualquier momento y automatizar tareas. Pero antes de contarte cómo puede ayudarte homming, vamos a contarte cuáles son los principales gastos que el arrendador debe tener en cuenta cuando pone una vivienda en alquiler.
Gastos del arrendador al alquilar un piso
Hay varios gastos que deben ser conocidos por cualquier persona que quiera alquilar un inmueble, pero también hay otros que quizás se pasen por alto y resultan fundamentales. Nosotros te contamos todos los gastos que el arrendador debe tener en cuenta, toma nota.
El Impuesto de Bienes Inmuebles
Por norma general, el pago de este impuesto, más conocido como IBI, recae sobre el arrendador, pero todo depende del acuerdo al que se llegue con el inquilino. ¿Qué queremos decir con esto? Si nos fijamos en el artículo 20 de la Ley de Arrendamientos Urbanos, ahí nos indica que “las partes podrán pactar los gastos generales para el adecuado sostenimiento del inmueble, sus servicios, tributos, cargas y responsabilidades.” Si finalmente se llega a ese acuerdo, las dos partes deberán dejarlo reflejado en el contrato de alquiler.
Los gastos de comunidad
Estos gastos son aquellos relacionados con el mantenimiento de las zonas comunes y el correcto funcionamiento de los suministros generales, así como el pago de la calefacción si es central. Este gasto es una cuota que se asigna a cada propietario de la vivienda, por lo que es el arrendatario el que debe hacerse cargo de él.
Aun así, el artículo 20 de la Ley de Arrendamientos Urbanos vuelve a entrar en juego, y si el inquilino y el propietario llegan a un acuerdo, el primero podría hacerse cargo de este gasto y también tendría que acudir a las reuniones que se llevasen a cabo. Por supuesto, todo ello debe quedar reflejado en el contrato de alquiler para que no haya confusiones.
Gastos de reparaciones y averías
Sobre este punto ya realizamos un artículo entero donde hablamos de quién se encarga de pagar las averías en un piso de alquiler, sin duda un tema que puede generar muchas dudas o preguntas. Basándonos en lo que dice la Ley de Arrendamientos Urbanos, el propietario es el encargado de cubrir los gastos de todas las reparaciones y averías que sean necesarias para que la vivienda esté en unas condiciones óptimas y habitables.
Por ejemplo, la instalación eléctrica, la fontanería, la calefacción o la caldera son elementos esenciales para poder vivir en el inmueble, por lo que su reparación corre a gasto del propietario.
Mantener las certificaciones al día
El propietario de la vivienda debe invertir en mantener al día las certificaciones de la vivienda, como puede ser la cédula de habitabilidad, dependiendo de la comunidad autónoma en la que resida, o el certificado energético del inmueble. Gracias a este gasto en certificaciones, tanto el propietario como el inquilino, tendrán la seguridad de mantener la vivienda dentro de la legislación.
Gastos del Seguro
El seguro es otro de los gastos que el propietario del inmueble debe tener en cuenta. Si el piso en alquiler incluye contenido, como por ejemplo muebles, electrodomésticos u objetos personales, el seguro que se contrate debe introducirlo. Si por el contrario, el piso se alquila vacío, el seguro debe reflejar el continente, que hace referencia al inmueble, la estructura del edificio e incluso los materiales con los que se ha construido.
Lo ideal es que, tanto el arrendador como el arrendatario cuenten con un seguro para el piso. En el caso del primero, el seguro se hará cargo del continente, y en el segundo, de todo el contenido. Pero aún así, contar con un seguro de hogar no es obligatorio para ninguna de las dos partes. Aunque hay que recalcar que, para aquellos inmuebles que tengan préstamos hipotecarios, sí que es obligatorio para el propietario contar con un seguro de hogar.
Los gastos de Hacienda
Los ingresos que el propietario obtiene por alquilar la vivienda deberán declararse a Hacienda de forma obligatoria. Como arrendador, se cobra una cantidad por el alquiler a la que se le pueden restar una serie de gastos. Sobre la cifra resultante, se realiza una serie de reducciones, dependiendo del tramo de cantidad en el que se encuentre. El resultado debe añadirse en la base imponible general, donde por ejemplo se incluye el salario del propietario.
Los gastos que el propietario puede deducirse son los siguientes: los intereses de la hipoteca, las reparaciones que se hayan llevado a cabo para conservar la vivienda, el pago de impuestos y tasas, la comunidad, la amortización de la vivienda o el dinero que se le adeuda al propietario.
Como ves, los gastos del alquiler por parte del arrendador son varios y tenerlos controlados resulta muy importante para no tener problemas, estar al día con todos los pagos y poder declarar el alquiler a Hacienda sin ningún error.
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